¿Cómo Llego a un Acuerdo de Idemnización por Daños para un Menor de Edad?

Llegar a un acuerdo de idemnización personal por lesiones para un menor de edad es diferente que llegar a un acuerdo en una reclamación para un adulto por el simple hecho de que los menores de edad no pueden firmar contratos. Si bien es cierto que un adulto puede simplemente estar de acuerdo con los términos del acuerdo y firmarlo, un niño o menor de edad no pueden hacer esto. Es entonces cuando aparece el concepto de un tutor ad litem.

Entonces, las partes iniciarán un acuerdo amistoso que esencialmente es una demanda entre ambas partes, es decir, la persona que ocasionó la lesión al menor (generalmente representada por su compañía aseguradora) y el representante del menor. Es necesario un acuerdo amistoso para solicitar la aprobación de un juez en el acuerdo de idemnización personal que involucra a este menor.

Es necesaria la aprobación de un juez en este caso pues hay instancias en las cuales los intereses de los padres no están a la altura de los intereses del menor involucrado. La corte maneja esta posibilidad nombrando a un tutor ad litem, que es un abogado actuando únicamente en beneficio del menor que ha sido víctima de la lesión o daño.

El rol del tutor ad litem incluye llevar a cabo investigaciones preliminares como la revisión de informes médicos del menor y otros documentos relacionados a sus lesiones, revisar los hechos relacionados al incidente y también hablar con los padres del menor para obtener una idea general de la condición actual del menor.

Generalmente el siguiente paso es una audiencia de prueba en la que el tutor ad litem presenta sus descubrimientos, observaciones, y los hechos relacionados al incidente que ocasionó lesiones al menor ante el juez. Por último, el tutor ad litem notifica al juez de si él/ella está de acuerdo con el acuerdo. De aquí en adelante el juez decidirá a favor o en contra del acuerdo propuesto.

Asímismo, en ocasiones la corte sugerirá que los fondos del acuerdo para el menor se inviertan a manera de anualidad para brindar al menor una fuente de ingreso cuando se haga adulto. Este acuerdo estructurado suele ser el favorito entre los padres a diferencia de la opción de que los fondos sean mantenidos en una secretaría del tribunal hasta que el menor cumpla la mayoría de edad; otorgando de esta manera un monto global que el menor recibirá al cumplir los 18 años. También se prefiere el retorno de la inversión de la anualidad.

Sin embargo es importante tomar en cuenta que debido a que este proceso puede ser tedioso y tomar tiempo, muchas compañías de seguros tratan de evitarlo solicitando un acuerdo con la inclusión de una idemnización para el padre para quejas en el futuro. Esto erradica el proceso de pruebas y lleva a que los padres firmen un acuerdo que, si bien el menor podrá reclamar demandando a la compañía aseguradora en el futuro por la misma idemnización por daños, el padre deberá costear los abogados del acusado (la persona que ocasionó la lesión) así como también los gastos pagados por la compañía aseguradora. Si usted necesita más información sobre reclamaciones de idemnización por daños personales que involucren a menores de edad, por favor contáctenos hoy mismo para recibir una consulta gratuita y sin compromisos.